El delantero francés quiere jugar, pero no siempre querer es poder. Cuentan, según 'As', que su cara es la del que corre con dolor, que su bíceps femoral no termina de mejorar y la microrrotura no cicatriza del todo. Zidane no sabe si arriegar, espera sensaciones y se debate entre confiar en el jugador y arriesgar su salud o ser precavido.
En la ida, el Benzema fue sustituido en el descanso porque la lesión le impedía participar. Es un jugador que no lleva demasiado bien el dolor, que no está acostumbrado a sufrir jugando, por lo que la duda se agranda un poco más.
A día de hoy, la opción más probable es que Cristiano, que está mejor y sufre mejor, arriesgue y juegue y Benzema espere un hueco desde el banquillo por si el partido no está favorable al Real Madrid.