El protagonismo de ambos ha ido incrementándose conforme avanzaba la temporada, pero hasta el partido contra el Betis sólo habían coincidido en otros cinco partidos como titulares.
Ante el Betis, Valverde innovó su formación, pasando a un 4-4-2 en rombo, y la jugada fue redonda. Maniató al Betis y acabó goleándole.
Cada uno aporta algo distinto al Barcelona. Arthur, el toque y el orden de juego; Arturo, la garra, la pelea, la potencia, y hasta el gol, si fuera necesario.
El experimento funcionó, además con buenas sensaciones, por lo que parece seguro que volveremos a verlo de nuevo antes de que termine el curso. Arthur y Vidal están condenados a aprender a jugar juntos.