La Ponferradina ha hecho méritos de sobra para lograr el resultado que ha obtenido en el Anxo Carro de Lugo. El conjunto berciano fue netamente superior a su rival, pero la fortuna le dio la espalda hasta la recta final del encuentro. Porque el que la sigue, a veces en el fútbol la consigue.
Desde el primer minuto llevó la batuta del juego la Ponfe, acercándose con peligro a las inmediaciones de la portería de Varo. Dispuso el conjunto visitante de varias ocasiones de gol, pero ninguna logró materializarse.
La primera media hora fue un monólogo de la Ponferradina, y entonces marcó el Lugo. Cristian Herrera entró por la derecha, y puso un balón al corazón del área que Manu Barreiro remató al fondo de las redes.
El tanto no frenó a la Ponfe, que buscó con ímpetu de nuevo la meta de Varo, pero Kaxe cada vez estaba más solo arriba. Faltaba fluidez, claridad de ideas.
Pero el destino le tenía deparado otro revés a la Ponferradina, porque al filo del descanso, Yanis chutó y su tiro pegó en un defensor. En el brazo de un defensor. Y el colegiado señaló la pena máxima. Un penalti que Manu Barreiro convirtió para irse al descanso el Lugo con un 2-0 que parecía dejar el partido visto para sentencia.
Aún así, la Ponferradina no se rindió, y salió tras el descanso con energías renovadas gracias a la entrada de Yuri. Había que volcarse al ataque y así lo hizo la Ponfe.
El segundo tiempo estuvo más abierto que el primero, y las ocasiones se sucedieron en ambas áreas hasta que la Ponfe, con un doble cambio, quemó sus naves y se lanzó a tumba abierta a por el gol.
Los minutos pasaron, y el partido empezó a hacérsele muy largo al Lugo. Se veía venir el gol de la Ponferradina, y este llegó en el 77', con un balón de Isi para que Larrea, desde la frontal, le pegase directo al fondo de las redes.
El gol infló de moral al conjunto visitante, y no tardó en llegar el segundo, un tanto afortunado en propia puerta de Iriome. Luis Valcarce centró desde la izquierda, pegó en el jugador del Lugo y se envenenó. Para colmo de males, Varo resbaló bajo palos y no pudo atajar el esférico.
La Ponferradina había logrado en poco más de cinco minutos lo que parecía imposible, pero el partido nos tenía reservada una traca final.
En solo dos minutos de alargue el partido estuvo a punto de acabar 3-2 o 2-3. Castro tuvo la victoria del Lugo en sus botas, pero en una jugada enrevesada, con Manu García ya batido en el suelo, le pegó directo al portero de la Ponfe.
Se había salvado el conjunto berciano, pero lejos de conformarse con el empate, jugó con fuego y se lanzó en una última jugada, con el partido roto, a por el gol del triunfo. Y a punto estuvo de llegar, pero el testarazo de Yuri resultó centrado y fácil para Varo.
Al final, reparto de puntos que deja un amargo sabor de boca a ambos. Al Lugo, porque dejó escapar una renta de dos goles, y a la Ponfe, porque no hizo deméritos para haber encajado de una forma tan fácil esos citados dos goles.