Huelga decir que Islas Feroe no debe ser una vara de medir para la Selección Española, candidata a levantar la próxima Eurocopa. En un partido sin demasiada ciencia, el cuadro español goleó (1-4) a un equipo que prácticamente no puso oposición.
Fueron cuatro, pero pudieron ser más. En la segunda parte le tocó el turno a Marco Asensio, que dispuso de algo más de media hora en la que recobró sensaciones, la sonrisa y sirvió una asistencia para el gol de Gayà.
Desde que llegó Luis Enrique, Asensio ha jugado ocho partidos de nueve posibles. Es capital para el asturiano, que le puso el cartel de hombre clave en el cambio generacional que debe dar y está dando España.
Con la camiseta nacional Asensio se siente importante, con chispa y espacio para exponer su fútbol. Tras quedarse fuera de la Eurocopa Sub 21 por petición propia, el balear volvió a ser él mismo con los mayores.