Lo primordial en el caso es hacer énfasis en que esta decisión, no respaldada por el Gobierno Español, no tendrá consecuencias inmediatas. Barcelona, Girona, Espanyol y demás equipos catalanes que juegan en competiciones españolas no se verán excluidos de ellas por el momento.
El proceso por el que la FIFA reconocería a Cataluña como un estado independiente podría durar hasta seis años, por lo que la situación, al menos en torno al deporte, es medianamente tranquila en estos momentos.
El Barcelona, pese a su continua incitación ciudadana al voto para el 1-O, destacó en varias ocasiones, a través de Bartomeu, que quiere continuar jugando en LaLiga, algo que, por el momento, seguirá sucediendo.
Eso sí, la situación podría cambiar si la Federación Catalana de Fútbol, actualmente vinculada a la RFEF, decide también convertirse en un organismo independiente al organismo español. No obstante, aunque este proceso no sería tan largo como el reconocimiento de la FIFA a Cataluña (seis años), nada de esto afectaría, al menos, a la presente edición liguera.
En caso de que la Federación Catalana se sumara al proceso y se independizara, el futuro de los equipos catalanes sería completamente distinto. El Gobierno, con la ley en la mano, no permite a equipos extranjeros (exceptuando a clubes andorranos) jugar en competiciones nacionales.
Así pues, aunque sería un proceso lento, si la Federación Catalana secunda la independencia y se desvincula de la RFEF, el fútbol catalán estará destinado a separarse del español. Además, hasta que la FIFA no reconociera a Cataluña como un estado independiente, los equipos que militaran en una liga propia no tendrían acceso a competiciones continentales como la Champions o la Europa League.
En resumen, la DUI no aceptará inmediatamente al fútbol español, pero de seguir adelante el proceso de independencia, algo que podría no ocurrir a causa de la intervención del Gobierno, los equipos catalanes podrían ser excluidos de las competiciones españolas en los próximos años al pertenecer a una federación no asociada con la RFEF. Barcelona, Espanyol, Girona y demás equipos no podrían jugar en la Liga Española ni optar a una plaza para torneos europeos hasta que la FIFA, con un proceso que podría durar hasta seis años, les reconociera como estado independiente.