Muy pocos creían en la capacidad de la Real Sociedad Femenina para levantar el título de la Copa de la Reina ante el Atlético de Madrid, el mismo equipo que seis días antes les había derrotado en casa conquistando así el trofeo de la Liga Iberdrola.
Muy pocos confiaban en ello, pero Gonzalo Arconada sí. Y, con eso, basta. El entrenador de la Real supo transmitirle a sus jugadoras su idea de juego, una estrategia que en su mente pintaba de maravillas y que una a una todas ellas trasladaron al terreno de juego.
Los Cármenes fue testigo de un guión ya escrito con el Atlético de Madrid dominando el control del esférico, con casi un 80% en los minutos iniciales, llegando con peligro a la portería rival, aprovechando la potencia de Ludmila da Silva y la eficacia de Jennifer Hermoso, y anotando el primer tanto del encuentro, situándose por encima en el marcador.
Pero lo que no sabía Los Cármenes es que todo eso ya estaba previsto en la mente de Arconada, un primer gol en contra ante el que las suyas tendrían que remontar, un duro golpe para el que el entrenador del conjunto donostiarra tenía la solución.
Tal y como informa 'Marca', Arconada encontró la solución en un grupo de WhatsApp que todavía comparte con ex jugadores de la Real Sociedad y en el que uno de ellos, muy pendiente del partido, no dudó en recordarle el 'Maracanazo'.
Hacer de la Real Sociedad aquel Uruguay que terminó imponiéndose a Brasil en la final del Mundial de 1950 tras remontar un tanto en contra, exactamente lo mismo que terminó sucediendo en Granada el pasado sábado 11 de mayo.
Con todo el equipo metido en su campo, fabricando un muro defensivo, la Real fabricó un escudo que el Atleti fue incapaz de superar por segunda vez, un escudo que rápidamente se alargaba en cuanto conseguían rozar al menos el esférico, lanzándose a la contra, fabricando jugadas de peligro que metían en apuros, demasiados apuros, a Lola Gallardo.
Tanto lo intentó la Real en el contragolpe que, finalmente, la guardameta sevillana erró en un lanzamiento y terminó viendo cómo el balón entraba en su propia portería tras escurrírsele de las manos. El definitivo 1-2 llegó con otra perfecta jugada a la contra, pero, en esta ocasión, Lola no pudo hacer nada ante el espectacular disparo de Nahikari. Y así fue cómo se gestó una Real campeona de Copa.