El partido entre el Milan y el Inter, 'Derby della Madonnina', no solo fue una lucha encarnizada entre los dos primeros equipos de la Serie A por el primer puesto, sino que supuso un nuevo cara a cara entre Lukaku e Ibrahimovic. El duelo, bajo este prisma, se lo llevó claramente Lukaku.
Ninguno de los dos terminó de aparecer constantemente, pues el encuentro fue bastante trabado por lo que estaba en juego. Zlatan se vio algo solo arriba. La inferioridad de los suyos no le permitía recibir balones en buena posición, donde peleaba todo lo que podía con De Vrij, Skriniar y Bastoni. De ahí nacieron sus gestos: estaba desesperado.
Romelu hizo algo así como el trabajo sucio 'nerazzurro'. Aprovechando su físico y su capacidad para controlar cueros y protegerlos con el cuerpo, aguantó, devolvió, jugó, distribuyó e hizo daño. De hecho, el primer tanto, de Lautaro, fue con asistencia suya.
Y, más tarde, coronó estas buenas senaciones facturando el suyo propio. En pleno arreón del los de Conte, que acababan de doblar distancias en el luminoso, demostró que la explosividad también es lo suyo, se coló en el área y batió a Donnarumma con un zapatazo al palo corto. El Inter le ganó al Milan, sí, pero Lukaku le ganó a Ibra.
Más sobre Lukaku: rompió varios hitos
No solo le valió su gran actuación a Lukaku para derrotar a Ibra, sino que adelantó a Cristiano Ronaldo a la cabeza de la lista de máximos goleadores de la Serie A. En el plano de asistencias, ya es el máximo 'regalador de goles' de su equipo en lo doméstico.