Takefusa Kubo se convirtió de forma oficial en jugador del Real Madrid, que le dará un hueco en el Castilla con la aspiración de que próximamente pueda ser parte del primer equipo. El japonés, cabe recordar, creció en La Masia.
Después tuvo que marcharse de forma obligada a Japón después de una sanción de la FIFA al cuadro azulgrana. Allí mejoró, elevó sus prestaciones y se consagró como uno de los jóvenes más prometedores del fútbol mundial.
Ahora, le tocará pulir sus condiciones a un Madrid que consiguió su fichaje a coste cero. Un movimiento rápido y eficaz en el Santiago Bernabéu, donde se adelantaron al resto de contendientes que porfiaban por el japonés.
Según 'Marca', en el Madrid eran conocedores -no así el resto de equipos- de que Kubo cumplía contrato el pasado 1 de junio, ya que en principio se estimaba que su vínculo con el Tokyo FC perduraba hasta el 31 de enero de 2020.