Mánchester vivió este sábado su duelo de la máxima rivalidad, un City-United que en los últimos años había dejado feliz a los 'citizens' pero que en esta ocasión puso en éxtasis a los 'red devils'. Y es que el conjunto del noruego Ole Gunnar Soskjaer, que no está realizando precisamente por una buena temporada, le sacó los colores al de Pep Guardiola, y en el mismo Etihad Stadium (1-2).
Una derrota que pudo ser más contundente, pues el United se fue al 0-2, con Rashford y Martial, y sólo vio recortada su ventaja a cinco minutos del final (el defensa argentino Otamendi, que saltó a la hora al terreno de juego).
Toda una hecatombe para el City, que ya se ve a catorce puntos del líder, el imparable Liverpool, con tan sólo dieciséis jornadas jugadas, en lo que se presta a decir como su adiós a revalidar el título.
Hacía mucho que un conjunto de Guardiola iniciaba tan mal una liga y lo peor para sus intereses es que se ve al equipo perdido, cansado. Todo hace prever que ahora se volcará en cuerpo y alma en la Champions.
Y peor aún para el City fue la imagen dada por algunos de sus aficionados, que realizaron gestos racistas a jugadores del United. El club, eso sí, reaccionó rápido y emitió un comunicado de condena.
El Liverpool, en cambio, vuela. Se impuso a domicilio al Bournemouth (0-3), con goles de Oxlade-Chamberlain, Keïta y Salah. Tampoco cede el Leicester, que afianzó su segunda posición goleando en su visita al Aston Villa (1-4, dobletes de Vardy y de Iheanacho), mantiéndose a ocho puntos del líder, pero ampliando a seis su ventaja sobre el City.
La goleada de la jornada estuvo a cargo del Tottenham de Mourinho, que le metió la 'manita' al Burnley (5-0), con doblete de Harry Kane, uno de los tantos del brasileño Lucas Moura, y una auténtica joya del surcoreano Son Heung-Min que levantó a propios y extraños de sus asientos. Un gol mezcla Maradona, mezcla Ronaldo Nazario, con 80 metros recorridos. De enmarcar.
La Juventus de Turín de Maurizio Sarri no enamora. Si con Massimiliano Allegri ya era casi campeón a estas alturas tempranas de temporada, ahora es segundo, a dos puntos de un Inter de Milán líder, y eso que 'pincharon' los interistas.
En su visita a la Lazio, la 'Vecchia Signora' sufrió su primera derrota liguera (3-1), que se suma al empate en casa de la anterior jornada con el modesto Sassuolo (2-2), y sobretodo a los nueve puntos perdidos en las quince jornadas que se llevan.
Y eso que en el Olímpico romano se adelantaron con tanto de Cristiano Ronaldo (m.25), pero al borde del descanso empató Luiz Felipe. La segunda mitad fue lacial, machacando el triunfo el ecuatoriano Felipe Caicedo con el tanto final.
El Inter pasó en veinticuatro horas de la tristeza a la alegría. Pensaba perder el domingo el liderato tras ceder el sábado un empate casero con la Roma (0-0), pero al final fue el gran beneficiado de la jornada. Sigue en la cima y con un punto más de ventaja.
En cambio el Nápoles de Carlo Ancelotti, otrora rival al 'Scudetto', está en momento crítico. No pasó de la igualada en su visita al Udinese (1-1), que es la quinta en unas últimas siete jornadas en las que, además, cayó en dos ocasiones; es decir, cinco puntos de catorce posibles. Ha caído a la séptima plaza, a 17 puntos del Inter.
LaLiga sigue igual que en las últimas semanas: Barcelona y Real Madrid continúan igualados en lo más alto, tras ganar al Mallorca (5-2) y Espanyol (2-0), respectivamente, el azulgrana Leo Messi y el francés Karim Benzema continúan con su pugna al frente de la clasificación de goleadores, ahora con ventaja del argentino tras su triplete; y el Atleti del Cholo Simeone de nuevo siembra dudas.
Pero una de las joyas de la jornada europea se produjo en el barcelonista Camp Nou, con el espectacular gol de tacón a cargo del uruguayo Luis Suárez que ponía el momentáneo 4-1. Un tanto espectacular por inesperado, por su ejecución y belleza. Levantó de los asientos a los presentes en el estadio, y llevó a la admiración a los que lo vieron por televisión. Un toque mágico.
El Atleti no pasó del empate sin goles en casa del Villarreal. Su octava igualada en dieciséis jornadas, la cuarta en los últimos seis partidos, con una derrota y una victoria. Sale ya de zona europea, es séptimo y está a ocho puntos de los colíderes que tienen un partido menos. Le falta gol y Simeone, de momento, no encuentra la varita mágica que lo resuelva.
En el Bayern de Múnich, el efecto Hans Dieter Flick, técnico que se hizo cargo el equipo tras la destitución a inicios de noviembre de Niko Kovac, al frente del equipo parece haber acabado tras unos prometedores inicios.
El conjunto bávaro cayó en su visita al líder, el Borussia Mönchengladbach (2-1), siendo la tercera derrota en las últimas cinco jornadas, la segunda consecutiva.
Es verdad que el triunfo local llegó en el minuto 92, y con remontada, pero no lo es menos que el Bayern es séptimo, fuera de Europa, y a siete puntos del líder. En las últimas siete temporadas el conjunto bávaro se llevó la Bundesliga, en lo que representó un récord en la competición. Ahora parece imposible seguir sumando.
Al PSG las victorias y el liderato no parecen traerle la paz. Si hace meses vivió el 'caso Neymar' con el deseo del brasileño de dejar en verano el club, lo que le valió el enfado de la afición parisina, ahora se suma el enfado de su otra gran estrella Kylian Mbappé con el técnico Thomas Tuchel.
Un desencuentro que dura unas semanas por el enfado del jugador francés por ser cambiado antes de concluir el partido, y que se volvió a hacer patente este sábado cuando, en el minuto 90, volvió a ser sustituido ante el Montpellier.
Y eso que el PSG ganaba (1-3), que Mbappé había anotado en segundo de su equipo, que remontó en siete minutos (m.74 al 81) también con goles de Neymar y el argentino Mauro Icardi, y que el partido estaba prácticamente concluido.
Pero el cambio no gustó a Mbappé, que se fue enfadado y no quiso saber nada de los abrazos y mimos que intentó darle Tuchel para calmarle. Ni le dio la mano ni le miró. Y sigue sin renovar un contrato que acaba en junio de 2022. El Real Madrid, otros grandes miran de reojo lo que pasa.