El conjunto local llegaba con la intención de apretar en los compases iniciales del partido, algo que le duró poco al cuadro brasileño. Después de una buena presión de Cruzeiro, los argentinos supieron calmar el ritmo del partido.
El resultado adverso del partido de ida obligaba a los de Belo Horizonte a ir a por todas desde el minuto uno, pero los azules no consiguieron meter mano a una defensa de Boca bien plantada.
La polémica la protagonizó Sebastián Villa, primero por un posible penalti sobre el delantero del 'Xeneize' tras una buena internada en el área. Ni el VAR ni el colegiado aprecieron pena máxima en su caída.
Poco después, un codazo Egídio sobre el atacante colombiano quedó en amarilla, algo que fue protestado de forma insistente por los visitantes. Todo por decidir para la segunda mitad.
En los instantes finales, una falta de Cruzeiro acabó en un gol anulado a los locales por posible juego peligroso de Dedé. Todo el estadio protestó la acción al colegiado.