Así fue la roja de Neymar: de la llave de judo a su patadón

Neymar volvió a hacerlo, sacó su lado más feo sobre un terreno de juego. Se llevó su segunda roja con la camiseta del PSG (la anterior fue en Marsella, en 2017) por una acción innecesaria en el minuto 92 del choque contra el Girondins.
Este mismo mes ya había sido protagonista de una polémica arbitral, la que tuvo lugar este mismo mes en el enfrentamiento con el Montpellier y que le enfrentó al colegiado porque este le recomendó que huyera de arabescos y provocaciones. Esta vez fue a más la cosa, que acabó en roja. Así fue la secuencia de lo ocurrido.
Todo parte del minuto 45, cuando el delantero protestó intensamente al colegiado del encuentro después de que diera validez al surrealista gol con el que Pablo, tras un despeje de Sergio Rico que da en él, consiguió el temporal 2-2.
Llegó el minuto 92, tras un par de ellos sin juego esperando que el VAR decidiera por un gol de Icardi que finalmente fue anulado por posición antirreglamentaria previa de Mbappé. Neymar intentaba buscar la banda en arranque individual y sufrió una curiosa falta.
Porque Sabaly, en su intento por frenarlo, lo agarró intensamente y lo mandó al suelo como si fuera un judoca, con el brasileño volando por los aires. Ni siquiera vio la tarjeta amarilla por ello.
El PSG sacó rápidamente, pese a que le convenía perder tiempo, pues ganaba 4-3, y perdió la bola. Esta la ganó Adli, a quien se dirigió Neymar con demasiada intensidad.
Pese a saber que ya estaba amonestado, el futbolista de Tuchel entró fuertemente al futbolista del Girondins, que había entrado en el campo en el minuto 70.
Adli salió volando por los aires por mor de la fuerte entrada. Obviamente, estaba fuera de toda duda que Ney iba a ver la tarjeta amarilla por ello.
El colegiado, Willy Delajod, le mostró tranquilamente la cartulina, y la consiguiente roja, algo que sentó bastante mal a Neymar. Incluso tuvo que ser frenado por Kylian Mbappé en su intento por protestar.
El delantero brasileño se marchó a las duchas muy enojado, y hasta decidió atravesar la línea del campo aplaudiendo a los colegiados de manera irónica.