Así fueron los partidos del domingo en LaLiga SmartBank

Si en la primera jornada el conjunto oscense ya dejó destellos del potencial que atesora con su triunfo (0-1) sobre Las Palmas, este domingo los de Míchel Sánchez refrendaron sus ambiciones con su clara victoria (3-1) sobre el Deportivo, otro de los "gallitos" de la categoría.

Firme en defensa, donde volvió a brillar el joven central Kike Hermoso, el Huesca demostró que posee del centro del campo hacia adelante los futbolistas necesarios para dar vuelo a su juego ofensivo.

Jugadores como el centrocampista Eugeni Valderram, una de las claves de la espectacular temporada que protagonizó la campaña pasada el Albacete, que en su primer partido como titular, refrendó su instinto goleador.

El gol de Eugeni, que abrió el marcador para los locales a los 26 minutos, premió el mejor juego de los aragoneses, que encarrilaron definitivamente la contienda con el tanto de Dani Raba en la prolongación del primer tiempo.

Si los dos primeros tantos llevaron la firma de dos recién llegados, el tercero y definitivo fue obra de todo un clásico, el central Jorge Pulido, el hombre que selló hace dos temporadas el histórico ascenso de los altoaragoneses a LaLiga Santander.

Tres goles que no sirvieron para que el Huesca se aupase al liderato, que ocupará el Cádiz gracias al mayor número de goles a favor, aunque si dejaron bien claras las intenciones de un Huesca, que pueden presumir de ser el único equipo junto con el Cádiz y el Fuenlabrada que cuenta por victorias sus partidos.

Una situación clasificatoria totalmente inesperada en el caso del conjunto madrileño, todo un recién llegado a la categoría de plata del fútbol español, que tras vencer la pasada semana 0-2 al Elche, este domingo volvió a sorprender tras imponerse por 1-2 en su visita al campo del Extremedura.

Triunfo que el Fuenlabrada, pese a adelantarse a los diez minutos de juego con un gol de penalti de Hugo Fraile, no pudo cantar hasta a falta de dos minutos cuando el vídeo-arbitraje corrigió la decisión de colegiado de anular el 1-2, obra Cristian Glauber, por supuesto fuera de juego.

Agónica victoria que situó al Fuenlabrada en una sorprendente segunda posición, igualado a puntos con el Cádiz y el Huesca, que no hace perder, sin embargo, la perspectiva a los madrileños, que tienen claro que su objetivo es pelear por la permanencia.

A cotas más altas aspira el Zaragoza, aunque para ello los de Víctor Fernández deberán mejorar su solidez defensiva en los últimos minutos, si no quieren dejarse escapar puntos como los que perdieron este domingo en el estadio de la Ponferradina, tras empatar (1-1) con el equipo leonés.

El gol de Pablo Valcarce a falta de cinco minutos para la conclusión castigó la falta de acierto de un Zaragoza, que dispuso, especialmente en la primera parte, de varias ocasiones para encarrilar la contienda.

Un buen hacer que encontró su premio a los 59 minutos con el gol del japonés Shinji Kagawa, que acabó con los seis meses que la Ponferradina acumulaba sin encajar un tanto en El Toralín.

Gol que, sin embargo, no sirvió para que el Zaragoza sumase la victoria ante el empuje final de una Ponferradina, que no sólo logró empatar la contienda (1-1) con el gol de Valcarce, sino que dos minutos después pudo llevarse el triunfo en un remate de Yuri que obligó a lucirse al portero zaragozista.

Apuros finales de los que se salvó el Tenerife, pese al ajustado 3-2 por el que se impuso a un Numancia, que anotó su segunda diana cuando ya no había tiempo posible para tratar de igualar el tanteador.

Un apretado resultado que, sin embargo, no pudo ocultar el buen juego desplegado por el conjunto tinerfeño, que a diferencia de lo ocurrido ante el Zaragoza en la primera jornada, este domingo si añadió a su atractiva propuesta futbolística la efectividad necesaria para sumar su primer triunfo del campeonato.

Triunfo que todavía se le resiste tanto al Rayo Vallecano, uno de los tres equipos procedentes de LaLiga Santander, y al Sporting de Gijón, tras el empate (1-1) que ambos conjuntos firmaron este domingo en El Molinón.

Un marcador que reflejó el áspero duelo que protagonizaron asturianos y madrileños, que acabaron con diez jugadores cada uno, y en el que las constantes interrupciones impidieron a ambos contendientes dar un mínimo de fluidez al juego.