Fueron la avanzadilla de la primera fiesta del fútbol en dos meses. La 2. Bundesliga volvió este sábado con cuatro encuentros, marcados de forma notable por las extrañas circunstancias que han envuelto la vuelta del fútbol.
Fueron cuatro partidos en los que hubo de todo, pero sobre todo goles. Se cumplieron las estrictas medidas de seguridad sociosanitaras, como la distancia entre hombres en los banquillos, o la desinfección de balones. También hubo máscaras y muchos cambios.
Tres de los cuatros partidos fueron triunfos locales. Ganó el Bochum 3-0 al Hedeinheim, uno de los aspirantes al ascenso, y 3-1 ganó el Erzgebirge Aue al Sandhausen.
Más corta fue la victoria del Karslruher sobre el Darmstadt 98 (2-0), la cual alivia notablemente a los primeros (abandonan, al menos de forma momentánea, el descenso directo), y complica la vuelta a la Bundesliga de los segundos (caen a la octava plaza).
El Jahn Regensburg-Holstein Kiel fue el único de los cuatro partidos que acabó en empate. Máxima igualdad entre dos equipos de media tabla, pero que no se plasmó hasta el minuto 92': el Holstein Kiel llegó a ir ganando 0-2, pero en 15 minutos los de Ratisbona hicieron dos goles, el último ya en el alargue, para evitar la derrota.
Por lo demás, la vuelta del fútbol fue la esperada. Mascarillas durante todo el tiempo, salvo mientras se estuviese dentro del rectángulo de juego, nada de contacto, desinfección de balones, botellines de agua individuales... Y nadie en las gradas. Lo que nos espera a partir de ahora y quién sabe por cuánto tiempo.