Alrededor de 500 personas estuvieran invitadas a la gran boda organizada por Sergio Ramos y Pilar Rubio. Jugadores de Sevilla, Betis, Barceloma, Atlético, compañeros de la Selección de España, trabajadores de los distintos clubes, toreros, amigos, periodistas, presentadores... los más allegados no dudaron en asistir al enlace.
A la cita llegó Sergio Ramos con un elegante chaqué de color negro y acompañado de su madre, mientras que Pilar Rubio traspasó la puerta de la Catedral más allá de las 18.00 horas de la tarde.
Con un vestido blanco con piedras incrustradas y trenzas, Pilar Rubio se bajó del coche y fue en dirección contraria a la Catedral, pero luego rectificó y desfiló por todo el pasillo para poder saludar a todos los que la estaban esperando. La mujer de Ramos llevó unas flores negras.
Después del enlace, la pareja tiene pensado atender durante unos minutos a los medios de comunicación y ya se dirigirán a la finca La Alegría para comenzar la fiesta que durará toda la noche.