La crisis desatada por el COVID-19 ha hecho que los futbolistas pasen el fin de semana de manera atípica: en sus casas.
La reclusión forzosa por el virus hizo que los futbolistas del Atlético de Madrid pasaran el día junto a sus familias y mataran el tiempo de la mejor manera posible.
Algunos, como Morata, jugaron con sus hijos, mientras que otros como Marcos Llorente se machacaron para no perder la forma.
También los hubo que decidieron pasar el rato jugando a la PlayStation, como Koke y Saúl, que compartieron un par de instantáneas mientras competían online.