Portería
Seguramente el duelo entre Keylor Navas y Lorius Karius sea el que presente más dudas, tanto entre los aficionados locales como visitantes. El costarricense ha completado partidos felinos y decisivos, como el último contra el Bayern de Múnich, y otros en los que dejó que desear (la Juve en Chamartín).
Por su parte, el alemán sea seguramente el jugador más flojo de los once que disponga Klopp en Kiev. No es un buen blocador ni transmite gran seguridad. Uno de los que más puede acusar la falta de experiencia en grandes citas.
Defensa
En esta primera línea empieza a destacar el cuadro blanco. Por veteranía, por calidad y por un detalle que no debe pasar por alto: la capacidad para aportar en el gol, tanto generándolo como anotándolo.
En ambos bandos se puede hablar de una defensa de memoria. Todo lo que no sea ver a Carvajal, Ramos, Varane y Marcelo, por un lado, y a Alexander-Arnold, Lovren, Van Dijk y Robertson, por el otro, supondría un sorpresón.
Lo mejor de la línea de retaguardia 'red' es que han amasado bastantes partidos este año. Así que, más allá de que sean mejores o peores, están bien compenetrados.
La juventud de Alexander-Arnold es la más física. Llamado a ser lateral del futuro en Anfield, alterna buenos desarrollos con algunas desatenciones. En el otro flanco, Robertson ofrece un perfil más sobrio que el de Alberto Moreno.
Lovren y Van Dijk, que serán la pareja de centrales si no ocurre nada raro, compaginarán ser expeditivo y algo más elegante. El holandés aún no ha justificado la locura de millones que se pagó por ellos; el croata intentará ser expeditivo frente a Cristiano Ronaldo.
Las otras opciones pasan por un Clyne venido a menos y Klavan, central de emergencia.
La veteranía de Sergio Ramos es un seguro de vida, Marcelo se divierte en estos días y marca en todos los partidos decisivos (lo ha hecho en cada eliminatoria). Carvajal completó a la perfección su puesta a punto para la final.
Centro del campo
Seguramente, aquí se concentran las mayores diferencias. El Real Madrid amasa mucho más talento. Kroos y Modric tienen un perfil de metrónomos que no se puede ver entre los hombres de Klopp. Y tanto Asensio como Lucas Vázquez, Zipi y Zape, son dos descarados que sorprenden desde la segunda línea, bien con pase o con gol.
Sí se podría hablar de un choque de trenes en el caso de Henderson y Casemiro, dos tipos llamados a establecerse como pilares en la medular sobre los que reposan sus equipos.
Isco juega con una varita en la bola y es factor desequilibrante, un jugador sin par. Pero, ojo: Milner se ha destapado como el mejor asistente de la Liga de Campeones este año.
Con Lallana falto de ritmo competitivo y Wijnaldum como gran beneficiado de la lesión de Oxlade-Chamberlain, queda un Liverpool más físico; también lógico para dar algo de equilibrio y permitir que las fieras de ataque jueguen más desatadas.
La falta de recursos de los de Anfield choca con un fondo de armario blanco en el que se aposta Kovacic, con un perfil más todoterreno, y Dani Ceballos, más desequilibrante arriba, aunque no está contando.
Delantera
Cartuchos y más cartuchos de dinamita presenta el choque. No sería descabellado ver una de las finales más goleadoras de la historia. Y aquí sí, los números dan la ventaja a los chicos de Klopp.
Ninguna de las combinaciones que arme Zidane arriba igualará el tridente del Liverpool, que suma 29 tantos (muchos de ellos, fabricados exclusivamente entre ellos mismos). Pero la mera presencia de Cristiano Ronaldo es suficiente para eclipsar cualquier ataque.
Salah está bajo el gran foco del fútbol. Su año, con 44 dianas, le jalona como uno de los mejores del curso. Pero la potencia imparable de Mané (algo más errático en el uno contra uno) y los movimientos inteligentes de Firmino no resultan menos.
Benzema no es el gol, pero sí un torbellino de movimientos que dinamiza mucho el ataque y abre agujeros para Cristiano. En cuanto a Bale, su mal año parece ahora en el olvido tras un último mes en el que ha afilado su fusil y se siente muy bien físicamente. Su frescura puede ser un elemento clave.
Sí que se ve mucho más ensamblada a la 'SFM'. Resulta una delicia verles atacar como si llevaran toda la vida juntos.
En común: la capacidad para salir en tromba de ambos. El equipo que se ponga por delante podrá desplegar el brutal contragolpe que ambos han demostrado durante el curso.
Y también en cuestión de alternativas luce un poco más el Liverpool: Ings ofrece más relevo que Borja Mayoral; hasta Solanke ha tenido algo más de continuidad, pese a su juventud.