Al equipo de Escribá le bastaba con no caer goleado y con que, además, el Girona no ganara de manera holgada al Alavés. El escenario era perfecto, la salvación se estaba consiguiendo sola, incluso con el 0-2 que llegó a tener en contra el Celta, pero Iago Aspas quiso ser el héroe del equipo.
No es lo mismo salvarse por mérito propio, que hacerlo por demérito de un Girona que afrontaba la última jornada sentenciado a muerte. Solo veía un haz de luz muy difuminado el equipo catalán, y quizá por eso al Celta le costó autoimponerse intensidad y ganas de ir a por la victoria.
Ante los vigueses, un Rayo Vallecano ya descendido que quiso dar la mejor versión en su despedida de Primera. Lo hizo y pudo salir de Galicia con unos tres puntos inservibles pero anímicos de cara a la temporada que le espera en Segunda División. Solo Iago Aspas pudo evitarlo.
Sin ideas y sin reacción
Al Celta se le volvieron a ver las costuras. Mantuvo la posesión en la primera mitad, pero sus ataques significativos se contaban con cuentagotas y el Rayo daba más sensación de peligro cada vez que subía. De hecho, los vallecanos se adelantaron gracias a Embarba en el 29' desde los once metros tras un penalti infantil de Boudebouz.
En la segunda mitad la tónica fue parecida y Balaídos comenzó a desesperarse. Llegaron a sonar pitos pese a que la permanencia estaba atada, y más aún lo hicieron tras un gran gol de Medrán. Disparó desde la frontal con potencia y decisión y Rubén no pudo hacer nada.
Pero Aspas es Aspas
Hay muchas cosas por mejorar para el Celta en el próximo curso, pero el equipo puede tener claro que con Iago Aspas, todo es más fácil. El delantero, que certificó su tercer Premio Zarra al máximo goleador español en LaLiga, se bastó de diez minutos para darle los méritos de la salvación al Celta.
Primero lo hizo en el 82' de penalti y luego, ya en el tiempo añadido, al aprovechar un centro de Olaza a media altura desde banda izquierda. Tras el 2-2 no hubo movimientos y el Celta consiguió ese punto que necesitaba para poder decir que se ha salvado, y no que le han salvado.