Solano llegó a España de la mano del Atlético de Madrid, e incluso llegó a debutar a las órdenes de Simeone con el primer equipo, pero el año pasado todo se torció. Una grave lesión le ha tenido en el dique seco doce meses, y ahora que ha reabierto el mercado llegó el momento de partir. Su destino, el Rijeka croata.
El Atlético le fichó para su Academia en 2016, y fue quemando etapas hasta llegar al primer equipo. Fue convocado para tres encuentros, y jugó uno.
El curso pasado, en un movimiento extraño, fue cedido al Barcelona B, pero no pudo brillar. En noviembre sufrió una grave lesión de rodilla, la cual le tuvo apartado de los terrenos de juego un año entero.
Como en verano seguía convaleciente, el Atleti le mantuvo en nómina. Ya recuperado, reapareció el pasado 7 de noviembre, en Tercera RFEF, donde ahora milita el filial rojiblanco.
Ha disputado diez encuentros desde entonces, siete como titular, y, como estaba previsto, el club le ha abierto la puerta en enero para que buscara un nuevo destino si así lo quería.
Y así ha sido. Su traspaso al Rijeka croata es una realidad, por lo que se pone así punto y final a su aventura por el fútbol español.