La postura del Atlético de Madrid ha ido evolucionando respecto a sus radicales durante las últimas dos semanas. El fondo del Frente Atlético obligó a detener el partido contra el Real Madrid en la Liga por el lanzamiento de objetos a Thibaut Courtois y los organismos pertinentes ordenaron el cierre de la zona en las gradas del Metropolitano para un encuentro -gracias a una corrección de Apelación a petición del club-.
Entonces, las declaraciones públicas de los mandatarios eran de defensa a ultranza de sus seguidores, pero su discurso ha ido encauzándose a una colaboración con las autoridades tan clara que, este lunes por la mañana, la entidad rojiblanca acudió por iniciativa propia a una reunión con la Comisión Antiviolencia en el Consejo Superior de Deportes. Fueron Miguel Ángel Gil Marín, director general, y Óscar Mayo, jefe de operaciones.
Sergio Fernández, del diario 'Relevo', informó del cónclave, del que se extrae que los mandatarios del Riyadh se han comprometido a despojarse de sus violentos. Han expresado las dificultades que tienden a afrontar cuando tratan de identificar a los radicales -la Ley de Protección de Datos es un óbice notable en este sentido- y han emplazado a las instituciones policiales a impulsar que ninguna potencial sanción quede enterrada en burocracia.
Justamente en el 'Clásico' entre el Real Madrid y el Barcelona, se dio una dinámica similar por parte del conjunto de Concha Espina, que envió imágenes extra a LaLiga para completar la denuncia que presentó por insultos racistas a Raphinha, Lamine Yamal y Ansu Fati. Los 'merengues' ya dispusieron un precedente interesante al hilo de este asunto cuando cercenaron la presencia de Ultras Sur de su estadio.
September 29, 2024