El Arsenal es nuevo equipo de octavos de final de la Europa League. Derrotó al Benfica por 3-2 en los dieciseisavos de final cosechando apoyado, sobre todo, en la gran actuación de su delantero y capitán, Aubameyang. Gol tempranero, sufrimiento, reacción y el pase, al bolsillo.
Gol tempranero, porque fueron los 'gunners' los que se adelantaron. Aubameyang, a los 21 minutos de partido, abrió una grieta en la zaga rival y superó a Helton Leite con una picadita. Parecía el preludio a un triunfo apacible, pero los de Arteta fueron relajándose con el correr del cronómetro.
Diogo Gonçalves, al balcón del descanso, detonó la remontada portuguesa -aunque esta terminaría en nada-. De falta, marcó un golazo por la escuadra fruto de precisión pura. No dio opciones a Leno para detener un esférico que fue directo a donde no llega ningún portero trazando una parábola espectacular.
El tanto sirvió para resetear el encuentro de cara a la segunda mitad y, en el cara a cara, el Arsenal tumbó al Benfica a trompicones. Por mucho que los de Arteta brindaran una sensación de mayor superioridad fundamentada, sobre todo, en su mayor control de la posesión, la efectividad estaba del lado de los lusos.
De ahí que Rafa Silva hiciera el 1-2 después de un grave error de la defensa y de Leno y hundiera moralmente a los locales. Estos, conscientes de que tenían poco más de 25 minutos para hacer dos dianas, tuvieron que arrancar hasta volver a entrar en calor.
Tierney acabó cosechando el premio a este esfuerzo aunque pareciera insuficiente en un principio. Los de Jorge Jesus se echaron arriba en ciertos tramos buscando la sentencia y el desgarro atrás que ello procuró fue clave para que Aubameyang, en el segundo palo, hiciera el gol que valdría por el pase a octavos.