Tras su larga lesión, Manu García volvió a jugar los 90 minutos con el Alavés y fue una pieza clave para poder conseguir los tres puntos ante el Celta.
"Nos faltó un poco más de físico para apretar y ser más agresivos arriba en la segunda parte. Hicimos dos goles muy rápidos y eso quizás nos llevó a tratar de guardar lo conseguido", comentó el capitán.
Y añadió: "Fue una pena no hacerles daño cuando teníamos espacios para haberles hecho más daño con las contras. Estuvimos mucho tiempo en nuestro campo, pero cuando no estás bien, y sabes cuáles son tus puntos débiles, lo importante es conseguir que los tres puntos se queden en casa".
"Esta victoria tiene mucha importancia, sobre todo viniendo de donde venimos. La situación de ahora está bien, pero aún falta mucho trabajo para la salvación", sentenció.