De la charla completa, 'TV3' emitió un pequeño avance en 'Telenotícies'. En él, Iniesta recuerda que "al principio de todo", cuando cambió España por Japón, el cambio le generó "un estrés". No obstante, no tardó mucho en acostumbrarse.
"Al final haces mucha convivencia familiar, algo que también hacía en Barcelona", dijo un Iniesta que sigue manteniendo la misma exigencia consigo mismo: "Nunca he entendido algo que no sea así allí donde he estado, siempre busco las metas más altas".
El centrocampista se marchó acompañado de Emili Ricart, fisioterapeuta de confianza: "El cuerpo llega un momento en que dice basta y no admite tanta tralla. Cuesta mucho jugar miércoles y domingo".
Por último, a Iniesta se le cuestionó por si se vería capacitado para jugar de nuevo con el Barcelona. El manchego, entre risas, fue sincero: "Para un partido con el Barça sí serviría aún".
De entrenador, Iniesta tiene ahora a Juanma Lillo, quien lo conoce bien y le regaló un precioso cumplido. "Es un talento superlativo. ¿No crees que Mozart también encontraría hoy su lugar", señaló.