Babin certificó el triunfo del Real Sporting de Gijón, pero casi le cuesta un ojo de la cara. Literalmente. Justo después de cabecear el cuero a la red se llevó un golpe de Flavien Boyomo con la cabeza y se quedó 'k.o.' en el suelo. Por fortuna, fue atendido, se recuperó y le echó el cierre a su portería tras perforar la rival.
Los de David Gallego sumaron ante el Albacete su tercera victoria consecutiva y continúan presionando la lucha por el ascenso directo. El de este sábado fue un ejercicio de, primero, sufrimiento, para terminar marcando, perdonando y, de nuevo, sudando la gota gorda para cerrar el duelo. Ni siquiera con uno más ganaron tranquilidad.
El equipo de Alejandro Menéndez, con la sociedad formada por Álvaro Jiménez y Roman Zozulia por bandera, puso en aprietos a los rojiblancos durante el primer y el último tramo del partido, pero se quedó sin premio. No ayudó, para nada, el hecho de jugar con uno menos desde el 49' por la autoexpulsión de Boyomo.
Además del delantero ucraniano y del centrocampista cordobés, Manu Fuster también pudo golpear primero durante la primera media hora de juego, pero los blancos acusaron por enésima vez su falta de gol. Solo una diana en los últimos tres encuentros para los de Castilla-La Mancha.
Mucho más efectivo, un Sporting que ha sumado nueve puntos de nueve posibles, con seis goles a favor y cero en contra. Y si además cuenta con el favor de un rival... antes de eso, en el 30', Babin se anticipó a la zaga local y cabeceó a la red desde el corazón del área. Volvió tras recibir asistencia médica y, con un aparatoso vendaje que después se convirtió en una discreta tirita, logró finalizar el partido.
Y tras el paso por los vestuarios, el favor convertido en expulsión: Boyomo falló en el despeje y agarró por detrás a un Uros Djurdjevic que se disponía a encarar a Tomeu Nadal. No lo dudó el colegiado, que le mostró el camino a las duchas con toda la segund mitad por delante.
Los de David Gallego, entonces, hicieron lo posible por que se jugase lo mínimo a fútbol. Lo consiguieron con asombrosa tranquilidad, ya que los blancos apenas tuvieron ocasiones, e incluso Djuka pudo ampliar la renta en el final.
Se quedó sin marcar el serbio, aunque lo más importante para él, viendo el resultado de este sábado, es que no vio la quinta cartulina amarilla que le hubiera impedido enfrentarse al Espanyol, la próxima cita del vencedor del Carlos Belmonte.