Cuando a finales de verano concluyó el contrato de explotación que mantenía en funcionamiento el aeropuerto extremeño, y que ofertaba vuelos diarios a Madrid y Barcelona, el edificio echó el telón hasta quién sabe cuándo. Quizá hasta el próximo verano, con suerte, quizá a perpetuidad, y se convierta en otro aeropuerto fantasma que luego se malvende por 10.000€ a un inversor extranjero.
Sin embargo, durante dos días volverá a haber actividad comercial en su pista, en sus pasillos y en su terminal. La llegada del Barcelona para disputar la ida de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Villanovense "obliga" a ponerlo de nuevo en marcha, aunque sea por un par de días, por una llegada y una salida nada más.
Y es que el aeropuerto de Badajoz es el más cercano a Villanueva de la Serena, destino final de la expedición blaugrana. Así, además del viaje en avión, los de Luis Enrique deberán afrontar un viaje de otros 100 kilómetros por carretera. Por suerte, sólo 10 de ellos serán por carreteras secundarias, el 90% se hará por cómodas autovías, a través de las cuáles podrán disfrutar de la inmensidad de la estepa extremeña en toda su gloria. O echarse una siesta, lo que prefieran.
De todos modos, si se quejan, es por vicio. Peor lo tuvo el Cádiz para visitar al Mensajero de La Palma.