El Mónaco no había empezado bien, el Angers había dado buenas señales en el inicio. Sin embargo, todo lo que no fuera una victoria de los locales siempre iba a ser considerado una sorpresa. Y a la media hora de juego, gracias a Bahoken, así quedó etiquetado el partido.
El delantero camerunés silenció el estadio con un gol que le pone un buen listón para la temporada. Cabalgó Tait por la banda izquierda, vio a su compañeros en el área y le puso un buen servicio. Pese a tener un rival delante, tiró de paciencia, se ganó un hueco y armó un tiro muy seco.
La bola que enganchó prácticamente habría doblado los brazos de Benaglio, quien no pudo hacer nada por remediar el 0-1.
Se habían disputado 27 minutos de juego y ello trasladaba al marcador el buen inicio del Angers en su completa primera mitad, a cuyo final consiguió llegar aún con la victoria.