El marcador de la eliminatoria de deiciseisavos de final de Copa del Rey entre Unionistas y Real Madrid se inauguró pronto. Ni siquiera habían pasado 20 minutos cuando el cuadro blanco, que salió al césped con un once de gala, puso el 0-1 en Las Pistas.
En una buena jugada trenzada en el centro del campo, el cuero llegó al corazón del área, salió rebotado y ahí apareció Gareth Bale. El galés se volvió a reivindicar en medio de toda la nube de rumores y comentarios que planean sobre su figura.
Bale controló de pecho y, sin dejarla caer, enganchó un derechazo que tocó en un defensa local para acabar alojándose en el interior de la portería de un Brais que poco o nada pudo hacer ante el desvío de su propio compañero.
Pero lo más extraño es la reacción del atacante galés. Bale no solo no celebró el gol, sino que se dio la vuelta y se marchó cabizbajo andando a su propio campo como si hubiera fallado la ocasión. No cabe duda de que el culebrón tendrá nuevos capítulos.