Las redes sociales acercan a los famosos con sus seguidores, pero también tiene un lado negativo, especialmente en las críticas, exhacerbadas, que reciben los protagonistas con sus acciones.
Si Thierry Henry inició el movimiento para dejar de usar las redes, el próximo podría ser Gareth Bale. Así lo dejó caer el internacional galés, cedido por el Real Madrid al Tottenham.
"Si todo el mundo lo hiciera, no solo una o dos personas, me uniría. Si fuera una campaña con mucha gente influyente en el deporte y otras áreas, si se hiciera un comunicado, pienso que podría ayudar. Si fuera el caso, lo apoyaría al máximo", explicó en rueda de prensa Bale.
Una decisión valiente la que tomaría el extremo galés, criticado especialmente en sus últimos años en el Real Madrid por su afición al golf y a subirlo a las redes sociales.
"Es demasiado sencillo crearse una cuenta para insultar a la gente, sin consecuencias y pudiendo seguir siendo anónimo. El volumen de racismo, abuso y tortura mental a los implicados es demasiado tóxico para ser ignorado", dijo un Henry que se ha convertido en el líder de este movimiento.