El carácter de Mario Balotelli le ha hecho deambular de un equipo a otro sin encontrar estabilidad. Pese a que parecía haberla encontrado en el Brescia, finalmente no ha sido así.
"A Mario lo quise yo, pero en actitudes fuera del campo fue demasiado superficial, un niño. Eso sí: no descendemos por su culpa, pensar eso sería un error. No se le gestinó bien y si un niño es maleducado, la culpa es de sus padres", dijo Massimo Cellino, presidente del Brescia, a 'Teletutto'.
Cellino no quiso profundizar en la vuleta a la normalidad en el mundo del fútbol. "Ya no me interesa, que hagan lo que quieran. Es vegonzoso que tengamos que esperar qué hace Angela Merkel en Alemania. A mí no me interesa ella ni la UEFA", espetó.
"Italia debería decidir de manera autónoma. Y que lo hagan pronto porque ya estoy harto. El problema es que en este fútbol lleno de deudas alguien se gastó el dinero que todavía no percibió", añadió.
Cellino incluso está pensando en dejar el fútbol. "Este deporte no tiene futuro y ser presidente en Italia es imposible. Es como sentarse en una mesa a jugar con un rival que esconde en la manga las cartas buenas y utiliza dinero falso", sentenció.