Banda izquierda para... Courtois

El ya ex portero del Chelsea llega para cubrir los tres palos del Santiago Bernabéu, pero una de las anécdotas más importantes de su vida pudo haber hecho que ocupase el lateral izquierdo del campo 'merengue'.
El nuevo jugador blanco empezó a forjarse en el Bilzerse-Waltwilder, un modestísimo club belga. Un pequeño Thibaut flanqueaba el lateral zurdo del equipo benjamín del club. Y no debería de hacerlo nada mal porque uno de los clubes más importantes de Bélgica como el Genk se fijó en él.
Con ocho años, Courtois desembarcó en Genk para seguir construyendo sus sueños. Jugó tres años como lateral izquierdo, hasta que llegó un momento que cambió la carrera y, posiblemente, la vida de aquel chico.
Courtois jugaba a voleibol además de a fútbol. También practicaba ciclismo, pero el voleibol fue clave en su carrera balompédica. Este deporte aportó a nuestro protagonista unos reflejos que hicieron a sus entrenadores plantearse una pregunta.
"¿Y si probásemos a poner a Thibaut de portero?", debieron de pensar sus monitores. Courtois empezó a alternar ambas posiciones. A pesar de que seguía mejorando en la banda izquierda, tenía demasiado talento como guardameta como para dejarlo de lado.
Una de las figuras clave en la 'conversión' a portero de Courtois fue Iker Casillas. "Jugaba de lateral, pero empecé a fijarme en Casillas porque era alucinante", contó el portero belga sobre una de las leyendas de su nuevo equipo.
Después de cinco años, a Courtois le llegó el turno de debutar con el Genk a los 16 años. En 2011, fichó por el Chelsea, pero se fue cedido al Atlético. Tras tres grandes temporadas de rojiblanco volvió a Londres y, en 2018, regresa a Madrid para convertirse en el guardián de la portería del Real Madrid.