El partido fantasma entre las dos Coreas, técnicamente todavía en guerra, finalizó en combate nulo en Pyongyang. No hubo un lleno espectacular en el Kim Il-sung y sí un vacío decretado por el Gobierno del país norcoreano que no ayudó a que ambas selecciones se metieran en el choque.
Apenas hubo información del partido, aunque la Federación de Corea del Sur se las apañó para ir dando una especie de directo del choque en Twitter. En él solo se reseñaron los cambios, las amonestaciones... y lo más básico del encuentro, probablemente narrado por alguno de los miembros de la delegación surcoreana en el partido.
Hay que recordar que Corea del Norte solo había expedido visados al cuerpo técnico y los jugadores de sus vecinos del sur y no permitió la retransmisión internacional del encuentro, de ahí que no hubiera prácticamente información del mismo.
En el choque, tal vez como observador, estuvo presente el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que vivió de primera mano un encuentro histórico, pues era el primero oficial entre estas dos selecciones en Pyongyang en toda la historia.
Sí que habían jugado en China y un amistoso hace más de 30 años, en dos muescas que no hacen sino confirmar el evidente conflicto entre los dos países. Del partido, poco que contar, pues no hay más noticias.
Ficha técnica:
0 - Corea del Norte: An Tae-Song; Pak Myong-Song, Ri Yong-chol, Kim Chol-Bom, Ri Yong-Jik; Jang Kuk-chol, Sim Hyon-jin (Kim Kum-chol, m.81), Ri Un-chol, Pak Kwang-ryong; Han Kwang-song y Jong Il-Gwan.
0 - Corea del Sur: Kim Seung-gyu; Kim Moon-Hwan, Kim Min-jae, Kim Young-won, Kim Jin-su; Jung Woo-young, Lee Jae-sung, Hwang In-Beom (Kwon Chang-Hoon, m.65) ; Na Sang-ho (Hwang Hee-chan, m.46), Hwang Ui-jo (Kim Shin-wook, m.79) y Son Heung-min.
Árbitro: Abdulrahman Al Jassim (QAT). Amonestó a Ri Yong-jik (m.30), Ri Un-chol (m.46), Kim Young-Gwon (m.55) y Kim Min-jae (m.62).
Incidencias: Partido clasificatorio para Catar 2022 jugado en el Estadio Kim Il-sung de Pionyang a unos 16 grados centígrados y con una humedad relativa del 51 por ciento. El partido se jugó a puerta cerrada, según confirmó la federación surcoreana.