El Barça se salió con la suya y Umtiti, en parte, también. Seguirá en el Barça, aunque no vaya a cobrar el sueldazo de tiempo atrás. De hecho, el club azulgrana se afanó por dejarle claro que esa oferta a la baja era su mejor opción.
Umtiti tenía dos opciones: o se marchaba ahora, quizá para no volver, o se quedaba y renovaba a la baja. Él, que no quería ni lo uno, ni lo otro, sino cumplir su contrato y embolsarse ese buen dinero, tensó la cuerda hasta niveles insospechados.
Pero acabó dando su brazo a torcer, y este lunes, casi por sorpresa, el Barcelona anunció que había llegado a un acuerdo con el francés para su renovación, hasta 2026, y con su sueldo hasta 2023 prorrateado para poder inscribir a Ferran Torres.
Sin embargo, como informa 'Catalunya Ràdio', la negociación fue por momentos más que tensa, porque el Barcelona llegó a amenazar al central con una rescisión unilateral del contrato, como hiciera el año antes con Matheus Fernandes, en caso de no aceptar la oferta que tenía sobre la mesa.
Despido que hubiera llevado al Barça y a Umtiti a un litigio en los tribunales que hubiera jugado en contra del jugador, porque hasta que este no fuera resuelto no iba a ver ni un euro, y que el Barça contemplaba como una forma de ganar tiempo.