Roberto Mancini confió en Nicoló Barella para manejar el centro del campo en el partido ante Finlandia y el joven mediocentro del Cagliari no defraudó al seleccionador italiano.
A los siete minutos, el jugador transalpino conisguió abrir el muro planteado por los finlandeses, aunque lo hizo con un poco de fortuna. Tras una falta rechazada por la defensa finesa, el balón le cayó a él.
Sin pensárselo dos veces, chutó desde fuera del área. En cuero tocó en uno de los jugadores de la defensa y despitó a Hradecky, que se lanzó a su derecha mientras el balón entró por su izquierda.
23 de marzo de 2019