Un Chelsea sin nada en juego tuvo este domingo la oportunidad de despedirse ante su gente en Stamford Bridge, donde recibió la visita del Watford, al que venció por 2-1 gracias al gol de Ross Barkley en el añadido. Los 'blues' se marcharon de vacaciones con un buen sabor de boca y con tres puntos más bajo el brazo.
Los de Thomas Tuchel, que sacó a muchos titulares en su once inicial, se adelantaron en los primeros compases del encuentro. Kai Havertz, el 'falso 9' del técnico alemán, abrió la lata en el 11' después de una asistencia de Kenedy. Antes del descanso, el '29' pudo firmar un doblete, pero la madera se lo impidió.
Cuando todo hacía presagiar que el 1-0 sería el resultado definitivo, Masina se la puso a Gosling para que el Watford, en el 87', igualara la contienda y condenase al Chelsea a despedirse con un empate frente a su afición. Pero salió al rescate Barkley.
El inglés apareció en el 91', previo pase de un colosal James, para colocar el 2-1 definitivo en el marcador y confirmar el adiós más dulce. La faltó algo a la escuadra londinense para luchar por el título, pero se quedó con una tercera plaza que le asegura su presencia en la Champions League, de la que es, hasta que cambie de dueño tras la final entre Liverpool y Madrid, la vigente campeona.