Es un dato que seguramente nadie habrá igualado en todo el continente. Y ello revela un par de méritos: su buena relación con el gol a pesar de ser defensa y su capacidad para adaptarse bien a los clubes donde juega.
Aunque formado en el Barcelona, en los últimos años le ha tocado buscarse la vida también en Alemania y Sevilla. En el Borussia Dortmund dejó un gran recuerdo y fue testigo de cómo se vive un enfrentamiento en el Signal Iduna Park ante el Bayern de Múnich.
El pasado 4 de noviembre, aunque cayó por 1-3, pudo anotar un buen tanto a dos minutos para el final y así quedar inmortalizado en la historia de los enfrentamientos entre los dos mejores equipos de la Bundesliga.
Este sábado, en un derbi bastante caliente y con Europa en juego, abrió la lata frente al Sevilla haciendo su primer tanto con la camiseta bética. No pudo elegir mejor escenario, algo que le dejó "muy satisfecho".
En la final de Copa de 2014, la que nunca olvidará, también había anotado el gol del Barça. Sin embargo, aquel encuentro no se le recuerda por ello, sino por la carrera con Bale en la acción que supuso el 1-2 final que dio el título a los blancos.