Tres aficionados del Leeds United y dos agentes de policía resultaron heridos tras los enfrentamientos que se produjeron al finalizar el partido de pretemporada contra el Eintracht de Frankfurt, en Austria.
El pasado martes por la noche, lo que en principio iba a ser un amistoso sin mayor complicaciones, se transformó en una lucha entre los ultras de ambos equipo, que finalizó con 25 detenidos, 17 de ellos radicales del conjunto alemán.
El Eintracht ganó el amistoso por 2-1, que fue presenciado por unos 1.500 espectadores. Pero después de que el árbitro señalara el final del partido, los hinchas entraron en el terreno de juego y comenzó así la batalla campal.
La policía antidisturbios, armada con porras y con la ayuda de perros, intervino para separar a los grupos de aficionados.
"Algunos aficionados íbamos a aplaudir a los fans del Eintracht. Yo iba a darles la mano", dijo el seguidor del Leeds Neil Slinn, de 53 años, en unas declaraciones al Yorkshire Evening Post.
"Entonces sus ultras saltaron sobre las vallas de publicidad y comenzaron a atacarnos. Algunos llevaban pasamontañas y nos superaban en número", añadió el seguidor de Leeds.
Según ha publicado la prensa austríaca, la policía comenzó a tener problemas durante las primeras horas del día, cuando medio centenar de aficionados del Eintracht subieron a un autobús sin pagar.
Además, un fan del Leeds fue detenido por lanzar un asiento a un Oficial de Policía.