Pero, como casi siempre pasa, lo que queda en el campo, se queda en el campo. Bauer ha pedido perdón a toda la gente que se sintió ofendida y achacó la culpa a la emoción del momento:
"Me dejé llevar por el momento. Fue una acción tonta por mi parte, lo siento. No sé exactamente cuando lo hice, no fue con mala intención. Estoy agradecido por poder estar aquí. Perdón".