El Rayo Vallecano logró llevarse los tres puntos de una ciudad donde históricamente se le ha dado bien jugar. El tanto de Bebé dio a los madrileños una victoria fundamental cuando el choque agonizaba.
El encuentro vivido en los Juegos Mediterráneos entre Almería y Rayo Vallecano, si por algo será recordado, posiblemente sea por su excesiva dureza.
Más de 30 faltas y un total de diez tarjetas (una de ellas roja directa) fueron los datos que pusieron en relieve la tensión de un encuentro en el que los locales se jugaban no distanciarse del ascenso directo, mientras que el equipo de José Gomes pretendía agarrarse como fuera.
La primera parte comenzó con pocas ocasiones y mucha falta táctica. Apenas un tiro de Sadiq y otro de Andrés Martín resaltaron sobre un respeto, quizá excesivo. La mejor ocasión llegó en los últimos cinco minutos, con un tiro de larga distancia de Fran García que puso en algún aprieto a Fernando.
La segunda mitad comenzó igual que su homónima: con entradas y juego subterráneo. No en vano, entre los minutos 49 y 59 se vieron cuatro cartulinas seguidas.
En el minuto 70 llegaría una jugada que, a la postre, acabaría decantando el partido. Codazo de Fernandes sobre Isi en un balón aéreo y Muñiz Ruiz no dudó: roja directa para el central.
A partir de aquí, los de José Gomes lo siguieron intentando y siendo algo superiores que el equipo franjirrojo, que jugó de negro. No obstante, un tremendo zurdazo de Bebé en el 89' desde la esquina del área, tras un pase de tacón de Álvaro García, puso el 0-1 que terminaría siendo definitivo.
Con este resultado, los de Iraola se colocan con 52 puntos y aseguran la sexta plaza una jornada más. Por su parte el Almería se queda con 60 unidades y podría ver como Mallorca y Espanyol se distancian más todavía.