Es más que sabido que los argentinos son de sangre caliente y lo demuestran en cada choque de la Liga Profesional de Argentina. Sin embargo, siempre hay un límite y Sebastián Boccacece lo pasó.
El técnico de Defensa y Justicia visitó el Pedro Bidegain, estadio de San Lorenzo, en la decimotercera jornada del campeonato liguero y tras un disputado encuentro, finalmente cayó derrotado por 2-1.
Muchas situaciones llevaron al entrenador a perder la paciencia. El primer episodio ocurrió en el minuto 28, cuando el argentino el colegiado anuló una gran jugada de su equipo en ataque por un milimétrico fuera de juego. Tras dicha decisión arbitral, el director técnico vio la amarilla por sus acaloradas protestas.
Nada que ver con su reacción en la recta final del encuentro, en la que Beccacece perdió el control al no señalarse una mano de un rival en su área, lo que hubiese supuesto un penalti para empatar el encuentro.
El entrenador pateó una botella de agua y cogió otra que lanzó contra la grada vacía. Un acto que fue motivo de su expulsión y por el que fue interceptado por los efectivos policiales, con los que tuvo una gran discusión.