Cuando el centrocampista del Rennes pisó el Conforama Stadium, se puso frente a una hinchada que le vio prácticamente nacer en el fútbol profesional, pues Ben Arfa debutó en Ligue 1 de la mano del Lyon... pero eso le dio igual al francés.
Con 0-0 en el marcador, el talentoso centrocampista ofensivo anotó un verdadero golazo desde fuera del área, poniéndo el balón con un disparo seco en el palo largo.
Si ahí hubiera quedado la cosa, no habría pasado nada. Son cientos los futbolistas que anotan ante sus ex equipos, pero pocos los que hacen como hizo el francés a los pocos segundos del gol.
El primer paso hacia el odio fue cuando se marchó hacia la línea de fondo con el dedo en la boca, mandando callar a la grada. Poco después, saltó para celebrarlo ante la afición, segundo paso. Para rematar, comenzó a bailar y esperó a que llegaran sus compañeros mientras vacilaba a la grada, que, obviamente, enfureció e incluso le tiró objetos.