No fue un partido vistoso, pero sí quedará en la retina de los aficionados por el cómo se fue a la prórroga. Y es que Túnez tenía en su mano pasar a los cuartos de final, pero la diosa fortuna se alió en aquel momento con Ghana.
El combinado ghanés quiso más en el partido. Fue el que llevó el ritmo y las ocasiones en un choque que no se decidió hasta los penaltis. Y es que los 120 minutos vividos en el Estadio de Ismailia dejaron mucho que desear.
Túnez dejó proponer a Ghana y le salió bien el plan de partido. Los de Alain Giresse, que llegaban a octavos de final sin conocer la derrota, se mantuvieron en su campo intentando sorprender a la contra. Pero los ghaneses estaban muy seguros atrás, no dejando huecos e intentando llegar proponiendo con Wakaso y Thomas.
De hecho, llegó a marcar Ghana cuando quedaban pocos minutos para llegar al descanso. Pero el nivel del arbitraje en esta Copa África volvió a dejar que desear, pitando una mano inexistente a Thomas Partey antes del tanto.
Costó encontrarle el punto al partido también en la segunda mitad. Ghana seguía insistiendo sin demasiado peligro ante una Túnez que no quería saber nada del balón. Al menos hasta que salió Khazri.
El mejor jugador tunecino sorprendió al no salir en el once inicial. Pero el plan de Giresse era claro. Cansar a Ghana para que Khazri revolucionase el partido. Lo hizo desde el primer balón que tocó, provocando miedo en el área de Ofori. Finalmente, y tras unos minutos de acoso, Khenisi puso el primero en el electrónico tras un buen taconazo del propio Khazri y un centro raso de Kechridi.
Ghana se desesperó. Pasaron los minutos y no fueron capaces de llegar con peligro al área de Hassan. Un cambio defensivo de Túnez, con la entrada de Bedoui, fue decisivo.Y es que el central tunecino, en el minuto 91, cabeceó en su propìa portería y acabó con la resistencia de su país para mandar el partido a la prórroga.
Los 30 minutos extras no sirvieron sino para certificar que ambos equipos llegaban muy cansados. Juego pausado, sin apenas ocasiones claras y directos al punto de penalti, cambio polémico de portero incluido en Túnez, donde se terminó por decidir todo.