Veinticinco minutos fueron suficientes para cerrar el encuentro. Boca destrozó, literalmente, a Quilmes en apenas medio tiempo y le endosó un categórico 4-1.
Darío Benedetto fue la estrella del partido y bajó del Olimpo para firmar un 'hat trick' y asistir de tacón en el otro tanto 'xeneize'. Da Campo anotaría el único tanto de Quilmes.
El primero de ellos lo anotó a los seis minutos, desde el área pequeña; el segundo fue, literalmente, un 'zambombazo' desde más de 30 metros, fusilando el arco de Rigamonti; y el tercero lo anotó tras cabecear a la red un buen centro desde el costado izquierdo.
Para redondear su actuación, asistió de tacón a Centurión. Noche perfecta para observar al cielo y ver el reflejo de Benedetto.