El fútbol portugués se puso su mejor traje. El choque por antomasia del país luso se acercaba y ambos equipos, muy cerca el uno del otro en la tabla, se mantenían expectantes con el mismo objetivo en mente.
Un encuentro vibrante, pero animado más si cabe por el contexto, pues el Oporto acababa de romper una dinámica de cuatro títulos consecutivos del conjunto lisboeta en Liga.
El encuentro empezaba caliente en el Estadio da Luz, donde no tardó en verse la primera cartulina. Casillas recibió una amonestación a los 20' de juego por perder tiempo. Todo parecía indicar que los 'dragones' se conformaban con poco.
Trabado y con poca continuidad en el juego, se fueron sucediendo las ocasiones, muy escasas durante los 90 minutos. Seferovic fue el que más ímpetu mostró en sus acciones, y fruto de ello, llegó de sus botas el gran premio del partido.
Una hora de juego en Lisboa, peina Pizzi y el balón le cae al ex de la Real, que gana en velocidad a Militao. Mano a mano con Casillas que nada puede hacer para evitar el tanto. Se firmó el 1-0 que acabaría quedándose perenne en el marcador.
Poca ambición del Oporto sobre el césped, donde nunca se vió a un equipo valiente. Ni siquiera cuando Lerma fue expulsado por doble amarilla a cinco minutos del final.
El Benfica recupera el orgullo y el liderato. Mientras, el Oporto, baja a la tercera posición. Ambos, separados por dos puntos y el Sporting de Braga, segundo, es colíder.