El Manchester City sigue sin ceder un solo milímetro. Guardiola ha conseguido hacer de sus pupilos una máquina perfectamente engrasada que tiene como costumbre terminar ganando la mayoría de los partidos que juega.
El cuadro 'citizen' tenía dos objetivos en el partido ante el Watford: mantenerle el pulso al Liverpool, que no falló en casa de los Wolves, y aprovechar el tropiezo del Chelsea, que cayó por la mínima en el feudo del West Ham.
Los mancunianos parecieron ser plenamente conscientes de ello y no pasaron ni cuatro minutos hasta que lograron el primer gol. El honor correspondió a Sterling, que aprovechó un buen centro de Foden para, de cabeza y completamente solo, poner el 0-1.
La superioridad visitante era manifiesta y el segundo gol llegó transcurrida la media hora. Bernardo Silva aprovechó un rechace de Bachmann para, tras regatear a su par, mandarla al palo cruzado y comenzar a sentenciar el duelo.
Sentencia que terminó llegando en el 63'. Previamente, Bachmann había hecho alguna parada de mérito y Foden mandó un balón al palo, pero ante Bernardo Silva poco pudo hacer ya la zaga local. El portugués hizo arte en su segunda diana. Tras recibir de Walker, controló el esférico, recortó hacia dentro y se sacó un zurdazo que entro por donde crecen las telarañas.
Pese a las dificultades, el Watford no se rindió y el Cucho Hernández recortó diferencias con un remate cruzado al palo largo. De poco sirvió, pues la victoria se fue hacia el Etihad finalmente. Con este triunfo, el City dormirá líder, como mínimo, hasta la siguiente jornada.