El argentino Jorge Sampaoli y el uruguayo Gustavo Poyet llevarán esta temporada las riendas respectivas de Sevilla y Betis, después de un tiempo en el que los equipos sevillanos apostaron por técnicos de otras nacionalidades con las breves excepciones béticas de los argentinos Héctor Cúper (14 partidos en 2007-2008) y Gabriel Humberto Calderón (20 en 2014).
Hay que remontarse al comienzo de la década de los noventa del siglo pasado para encontrar coincidencia de técnicos sudamericanos, mayoritariamente argentinos, en los banquillos del Real Betis y del Sevilla, conjunto en el que tuvieron mayor continuidad y arraigo que en el equipo verdiblanco.
El año 1989 lo termina en el Sevilla el argentino Roque Olsen tras las destituciones de Javier Azcargorta y Pepe Ortega, y da paso en la temporada siguiente al argentino nacionalizado chileno Vicente Cantatore (1989-1991), al uruguayo Víctor Espárrago (1991-1992) y al también argentino Carlos Salvador Bilardo (1992-1993).
Espárrago tuvo otro paso efímero por el banquillo del Sánchez Pizjuán en 1996, año en el que sustituyó a Juan Carlos Álvarez y salvó al equipo del descenso, lo que no pudo hacer el siguiente Carlos Salvador Bilardo, quien fue llamado de urgencia para salvar al equipo y se marchó a los dos meses tras dejar paso a Julián Rubio: el Sevilla bajó.
Han pasado dos décadas, por tanto, desde que el equipo sevillista fue dirigido por última vez por un técnico sudamericano antes de la llegada de Jorge Sampaoli, circunstancia que en el Betis se remonta a 2014 cuando Gabriel Humberto Calderón entrenó al equipo y no pudo evitar su descenso ni la dolorosa eliminación de la Liga Europa en una tanda de penaltis inolvidada ante el Sevilla.
En el Real Betis, el paraguayo Cayetano Re comenzó la temporada 1988-1989 y, tras veinte partidos, fue destituido sin coincidir en esa temporada con el periodo en el que Roque Olsen se hizo cargo de forma interina del Sevilla.
Sí coincidieron, sin embargo, en la temporada siguiente el argentino Felipe Mesones con Víctor Espárrago, aunque el técnico bético dirigió al equipo en Segunda tras sustituir al checo Joseph Jarabinsky y el Sevilla militó en Primera en esa temporada.
La última vez que hubo en los banquillos sevillanos dos entrenadores suramericanos fue también con el Betis en Segunda y el Sevilla en Primera División y fue en la temporada 1992-1993, cuando los béticos fueron entrenados por el argentino Jorge D'Alessandro y los sevillistas por su compatriota Carlos Salvador Bilardo.
Esta coincidencia, no obstante, fue únicamente de procedencia, ya que la trayectoria de D'Alessandro fue tan efímera como la fe que depositó en él su principal valedor, Manuel Ruiz de Lopera, quien había tomado ese año las riendas y la propiedad del Betis, y lo destituyó tras 32 partidos.
Carlos Salvador Bilardo, por su parte, sí dejó huella en esa temporada en el Ramón Sánchez Pizjuán junto a su apuesta personal por el también campeón del Mundo en México 1986 Diego Armando Maradona.