Lo del Eibar de este domingo fue un auténtico monólogo. Con el Municipal de Ipurua vestido de gala, el conjunto de Gaizka Garitano salió a matar desde el primer segundo y apenas necesitó tres minutos para abrir la lata.
En el primer saque de esquina del cuadro local, Blanco Leschuk saltó con todo y se impuso a sus rivales para perforar la escuadra derecha de la portería de Alfonso Herrero, después de que Ager Aketxe botara a las mil maravillas el córner desde el lado derecho.
Con el Burgos totalmente metido en su campo, el Eibar tuvo varias ocasiones más durante la primera mitad para ampliar el marcador, pero las buenas intervenciones de Alfonso bajo palos evitaron un resultado más abultado.
Ya con la segunda mitad en marcha, los de Calero intentaron darle caza al primer tanto para igualar cuanto antes el encuentro, pero consiguieron todo lo contrario.
Porque José Corpas puso más tierra de por medio en el 57' tras una mala salida del meta rival. Aprovechó el jugador del Eibar que Herrero había dejado su portería desprotegida para ir a despejar un balón para cazar el esférico, que salió desviado y sin dueño, y enviarlo directamente al fondo de la portería con un cabezo impecable.
Tras la séptima diana del curso de Corpas, al Burgos se le acabaron las ideas y a punto estuvo de terminar goleado, pero el colegiado Juan Luis Pulido Santana le anuló su segundo tanto a Leschuk por fuera de juego.
Sin tiempo para más, el encuentro finalizó con el definitivo 2-0 en el marcador, un resultado que permite al Eibar regresar al liderato de la clasificación de Segunda con 59 puntos, uno más que el segundo en la tabla, el Almería, mientras que el Burgos cae hasta la undécima posición con 38 puntos.