La imagen de Christian Eriksen, desplomado, inerte, sobre el terreno de juego nos sobrecogió a todos, pero en especial a sus compañeros y a un Daley Blind que en su día vivió un episodio similar. El neerlandés se marchó del partido ante Ucrania entre lágrimas por eso.
Así lo explicó Blind, al término del encuentro. "Lo que sucedió anoche me impactó mucho. No sólo por el hecho de que Christian es un amigo íntimo mío, sino por lo que me sucedió a mí. Llegué a pensar en no jugar esta noche. Tuve que dar un paso adelante mentalmente muy grande", comentó.
A lo que Blind se refiere que le ocurrió fue un desvanecimiento en la pretemporada del pasado curso. El desfibrilador que le fue implantado tras detectarle una afección cardiaca falló en pleno partido amistoso contra el Hertha Berlin, y se desplomó, inconsciente.