A Boca parece que le gusta complicarse los partidos. El 'Xeneize', que tenía encarrilada la victoria sobre Rosario Central, estuvo a punto de conceder un empate que hubiera generado un enorme cabreo en Battaglia y en la hinchada.
Es cierto que el equipo hizo un partido muy discreto, ya que el 'Canalla' le complicó las cosas en todo momento. El Kily González le dio una identidad a un equipo al que le gusta tener el balón y atacar por los costados.
Desde el inicio, Rosario Central se adueñó del partido y generó muchas dudas en su rival. De hecho, los visitantes, en uno de sus acercamientos, sacaron petróleo tras el dudoso penalti de Rossi a Gamba.
El portero protestó al árbitro porque consideró que no le hizo nada y consiguió atajarle la pena máxima a Vecchio. Se tiró a su izquierda y sacó una gran mano. Esa acción fue la más significativa de la primera mitad hasta que Servio y el palo, al borde del descanso, evitaron el 1-0 de Izquierdoz tras un gran cabezazo del defensor en un córner.
Tras la reanudación, Boca salió algo mejor y en el 50' abrió el marcador. Izquierdoz, como no podía ser de otra forma, adelantó a su equipo. El zaguero, en otra acción a balón parado, mandó el balón al fondo de la red tras firmar un gran testarazo al primer palo.
Rosario Central se vino abajo con ese tanto y Fabra lo aprovechó. El colombiano, en el 81', anotó una diana de otra galaxia. Tiró la pared con Molinas, se adentró en el área, se quitó a un rival de encima con un toque y con el exterior superó a Servio. Riquelme se levantó de su asiento y no pudo más que aplaudir.
El partido parecía cerrado, pero Luca Martínez se empeñó en que no fuera así. El mexicano, que apenas llevaba tres minutos en el campo, recortó distancias en el marcador tras remacha a la red un buen centro de Torrent, que superó a un flojito Fabra.
Había mucha tensión en los minutos finales en el José Amalfitani, que acogió a Boca por la renovación del césped de La Bombonera, y en una de las últimas acciones casi llegó el 2-2.
Blanco, desde la izquierda, colgó el balón al área y nadie fue capaz de darle. Se paseó la pelota delante de todos y respiró aliviado el 'Xeneize'.
Al final, tres puntos de oro para Boca, que ya es segundo en la Zona B de la Copa de la Liga Profesional Argentina. Por su parte, Central baja hasta el séptimo puesto con cuatro puntos.