Boca Juniors y Atlético Mineiro no presentaron sus mejores galas para el regreso de la Copa Libertadores. Decir que las peores quizá resultaría algo pretencioso, pero lo cierto es que, de no ser así, poco faltó.
Ambos equipos plasmaron sobre el tapete de La Bombonera un juego tosco, carente de ocasiones claras y, en ocasiones, realmente insulso. Algo que sorprende, teniendo en cuenta que estamos hablando de dos claros candidatos a alzarse con el título.
De hecho, durante la primera media hora de encuentro no hubo absolutamente ninguna jugada reseñable. Un cabezazo de Tche Tche a las manos de Rossi y poco más. Todo esto cambió en el 35'.
En este preciso instante, Diego González anotó el 1-0 gracias a un error defensivo de la zaga brasileña. No obstante, la situación no había hecho más que comenzar. Los de Cuca comenzaron a protestar la acción de forma airada, argumentando que había una falta previa.
Finalmente, tras cinco minutos de incertidumbre, Andrés Rojas decidió ir al monitor del VAR y anular el tanto por una falta previa de Briasco, algo que enfureció al 'Xeneize'. Para poco más dio el primer tiempo.
Los segundos 45' tuvieron algo más 'punch', sobre todo gracias al empuje del equipo de Russo, consciente de la necesidad de llevarse una buena renta para el partido de vuelta. Pero nada. Dicho empuje se redujo a fogonazos puntuales, y poco más.
Réver estuvo cerca de anotar gol en propia meta intentando despejar el balón de cabeza. En el caso contrario, algún tiro de Hulk desde larga distancia y pare usted de contar. Amargo empate que lo deja todo en el aire para el encuentro de vuelta en el Mineirao.