La zaguera australiana se confió a la hora de controlar el balón y lo acabó pagando caro. Polkinhorne recibió el cuero de pies de Kennedy cerca del área de Williams, pero no vio a Bonansea acercarse.
La atacante transalpina aprovechó el mal control de Polkinghorne para recuperar el cuero, entrar en el área, recortar para ponerse el balón en su pierna diestra y superar, con un disparo cruzado, a Williams para poner el empate.
Previamente, Australia se había adelantado en la primera mitad del encuentro. Fue gracias a Kerr, que aprovechó el rechace del penalti previamente fallado por ella misma para poner el 1-0.