A través de un mensaje publicado en su perfil oficial de Twitter, el primer ministro británico, Boris Johnson, acusó a los aficionados de la Selección Húngara de comportamientos racistas a los futbolistas de Inglaterra en el encuentro de clasificación al Mundial de Catar que se resolvió con 0-4. La victoria, para los 'tres leones'.
"Es completamente inaceptable que los jugadores de Inglaterra sufrieran abuso racial en Hungría anoche -refiriéndose a la noche del 2 de septiembre-. Insto a la UEFA a tomar acciones contundentes contra los responsables para asegurar que este tipo de desafortunado comportamiento se erradique del fútbol de una vez", afirmó.
September 3, 2021
El problema es que, de momento, ningún organismo formal ha constatado que hubiera insultos racistas a la plantilla de Southgate. Lo que sí quedó patente es que las grades les abuchearon cuando se arrodillaron antes del inicio del choque en señal de apoyo al movimiento antirracista que soliviantó el asesinato de Geogre Floyd por un policía estadounidense.
La UEFA, según medios ingleses, ya está actuando para dirimir si estas acusaciones del primer ministro británico están provistas de argumentos reales que puedan desencadenar sanciones. En caso de que así sea, los castigos pueden ser durísimos. En los últimos años, las medidas ante este tipo de actitudes se han endurecido.